Los amigos de Platón
“Son los amigos de Platón, porque también aman la Verdad”
El Club de Lectura Biblioteca de Babel, organizó recientemente la presentación del libro “Los amigos de Platón”, editorial Dauro, de la escritora e investigadora María Dolores Fernández-Fígares. Un interesante libro cuyo contenido nos habla de personajes relevantes a lo largo de la historia, que siguieron el legado filosófico de Platón, y que trataron de recopilar lo más fielmente posible sus enseñanzas, adaptándolas con formas nuevas al tiempo en el que le tocaron expresarse. Estos filósofos y filósofas, fueron eslabones de una cadena, que mantuvieron la línea del sabio Platón. Plutarco, Amonio Sacas, Porfirio, Hipatia de Alejandría, Marsilio Ficino en el Renacimiento, y Lady Anne Conway en Cambridge, son algunos de los platónicos que aparecen en el libro. Muchos de ellos fundaron o dirigieron Escuelas de Filosofía, siguiendo los criterios de la primera Academia fundada por Platón hace 2.400 años, dándoles su estilo propio y comprometiéndose con su momento histórico. A través de su trabajo, trataron de encontrar soluciones a los problemas que afectaban al ser humano, y a las sociedades en que le tocaron vivir.
A medida que el lector avanza, va descubriendo y sorprendiéndose de la invitación que hace la filosofía platónica desde hace dos milenios y medio: a no dejarse influir por cualquiera que exprese determinados argumentos o doctrinas, ya que el filósofo tiene que desarrollar una actitud reflexiva para que le ayude a practicar el pensar por sí mismo. A veces creemos que pensamos, que tenemos “nuestros propios pensamientos”, pero lo cierto es que la mayoría de las veces, nos hemos ido conformando de ideas impuestas desde círculos familiares, educativos y sociales, añadiendo además las ideas que nos hemos apropiado de otras personas y de algunos libros no digeridos… Platón y sus amigos, tratan de enseñarnos a vivir la vida buscando la verdad y la autenticidad, nos ayudan a no seguir dogmatismos, ni imposiciones de ningún tipo, y nos alejan de aceptar sin más las ideas de personas que aceptamos por motivos afectivos, por ciertas empatías o no y otras simples razones, que fomentan el odio, el poco entendimiento, el fanatismo y el sin sentido. Estamos muy cómodos, cobijados en la caverna-matrix que han ido diseñando algunos hábilmente para nosotros. […] (más…)