María José Moreno, escritora cordobesa, es psiquiatra y profesora titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Córdoba. Nos adentra en esta interesante y profunda trilogía del Mal: “La caricia de Tánatos”, “El poder de la sombra” y “La fuerza de Eros”, cuyos personajes no nos dejan indiferentes, al mostrarnos el lado más oscuro al que puede llegar el ser humano.
Supongo que le habrán hecho esta pregunta varias veces…¿qué le llevo un día a despertar a la Musa de la escritura?
Creo que esa Musa puede que estuviera presente siempre, pero no la había escuchado. He sido una lectora voraz y sin saber cómo, un buen día comenzó a gestarse en mi cabeza una historia y cuando tuve un poco de tiempo libre decidí ponerla por escrito. Ese fue el momento real en que decidí escribir; aunque como te decía, quizá que ya andaba revoloteando dentro de mí desde hacía tiempo, pues cuando leía, yo misma iba trastocando las tramas y creando nuevos finales.
Eros y Tánatos ¿son referencias vitales para el ser humano?
Sin duda. Según conceptúa Freud, Eros es el instinto de vida y Tánatos, el instinto de muerte. Ambos están presentes desde nuestro nacimiento, incluso nuestra manera de ser depende mucho de la preponderancia de uno u otro. Así podemos observar las diferencias entre una persona vitalista, optimista, creativa, con amor al prójimo… y otra pesimista, anclada en el pasado, sin expectativas… En realidad son expresiones de la pujanza de uno u otro instinto. De otro lado, vulgarmente se comparan con el amor y la muerte, ambos temas fundamentales por los que el hombre siempre ha estado preocupado y han sido estudiados desde múltiples perspectivas. Para mí, la persona reúne ambos y tiene que lidiar toda su vida por buscar un equilibrio que la libere de caer en la dependencia de uno o de otro.
De los distintos personajes que aparecen en su trilogía, ¿cuál es el que le ha producido más aversión, a la hora de adentrarse en su mente y en su psicología?
En cada una de las novelas hay un personaje malvado sobre la que se sustenta la trama. De otro modo no podría ser una trilogía sobre el Mal. Sin embargo, no todos los malvados son iguales. Para mí Marcos, («La caricia de Tánatos») es el peor, luego estaría Ernesto («La fuerza de Eros») y por último Daniel («El poder de la Sombra»). En este último caso, la enfermedad mental está presente y quitaría responsabilidad a los hechos que comete. Sin embrago, el mundo que más aversión me ha producido es el de la pedofilia que se trata en La fuerza de Eros. Me ha costado mucho escribir sobre ello y meterme en la cabeza de Ernesto para intentar comprender su funcionamiento sexual.
¿Son más peligrosos los psicópatas asesinos ó los psicópatas integrados?
Para poder responder a esta pregunta tendríamos que definir si nos referimos a un peligro físico, psicológico, económico, laboral… El psicópata asesino mata y quita la vida, ahí reside su poder —jugar con la vida y la muerte—, del que se alimenta y por el que se puede convertir en un asesino múltiple. Por suerte estos, son menos frecuentes. Lo malo es que los psicópatas integrados te pueden hacer mucho daño y «asesinarte» psicológicamente o arruinarte después de toda una vida trabajando y ahorrando. Lo que hay que pedir es que ninguno de esos psicópatas se fije en nosotros.
En la “La caricia de Tánatos” aparece el personaje de Marina, la cual ha sido maltratada, ¿Qué le diría a aquéllas mujeres que al igual que Marina, se pueden sentir identificadas con un tipo de relación “depredadora”? ¿Qué consejos le daría como profesional, para salir de esta situación de forma urgente?
Que no se sientan avergonzadas por lo que les ocurre, que no tienen la culpa de lo que están pasando y que se pongan en manos de especialistas para que puedan salir de ese ciclo del maltrato del que tan difícil escapar.
¿Cuál cree usted que son las razones psicológicas profundas, que llevan a comportamientos de maltrato psicológico, de abusos sexuales y de pedofilia?
Te lo decía antes respecto al psicópata asesino, el poder sobre el OTRO. Eso es lo que ocurre siempre que no se trata a la persona como tal, sino como un objeto con el que puedo hacer lo que me parezca. Lo vemos en el maltrato físico y psicológico y, además, en los abusos sexuales en la infancia amparados en unos perversos deseos sexuales. De uno u otro modo siempre, hay un depredador y una víctima que no puede escapar de él o ella.
¿Le gustan los nombres que empiezan con M?…Mercedes, Miguel, Marta, Marina, Marcos, María.
En realidad es algo intencional. Cuando escribí La caricia de Tánatos, la primera novela de la trilogía del Mal, decidí que todos los personajes principales comenzaran con M de Mal. De esa forma reforzaba mi tesis de que «el Mal está a nuestro lado y de que nada es lo que parece».
Todos los personajes de su trilogía, arrastran minusvalías psicológicas de una forma o de otra, que explican en gran parte el desarrollo de sus comportamientos en sus vidas. ¿Es importante la influencia de un buen entorno familiar y educacional, a la hora de elegir el bien o el mal?
Mis personajes son humanos. Todos arrastramos alguna que otra minusvalía psíquica que intentamos corregir conforme vamos madurando, mediante el conocimiento propio y el saber de nuestras capacidades y limitaciones. Cada uno tiene un lastre porque nadie es perfecto. La infancia es fundamental para el desarrollo, pero es tan complejo y duro el periodo de maduración que aun teniendo una familia perfecta y una educación canónica puede que haya algo que nos haga tener una fractura vital y eso va a estar siempre con nosotros. Todos sobrevivimos como podemos a los celos, las envidias, la competencia, los amores y desamores… A la hora de elegir hacer el bien o el mal influyen muchos más factores que la herencia, la educación o la familia. Son decisiones vitales por las que caminamos por la vida. De todas maneras —como ya comenté en la presentación— se considera que hay un 20% de personas buenas, un 1% de personas malas, dañinas y el 79% anda algo indecisa.
El personaje de Mercedes, se parece a un jarrón de cristal a punto de quebrarse en muchos sucesos que se van desarrollando, sin embargo, siempre sigue adelante…¿de dónde le surge esa fuerza interior para no romperse?
Mercedes es una superviviente de las que te nombraba en la pregunta anterior. Ha conseguido ser eficaz en su parcela profesional, pero no le ocurre lo mismo en la personal y familiar; sin embargo, lucha por salir adelante y, si te das cuenta, se deja aconsejar de quien la quiere bien. Eso es fundamental, porque hay veces que nos tienden las manos y no las asimos por orgullo o por vergüenza, o por no demostrar lo que de verdad nos ocurre. Mercedes tiene una gran capacidad de resiliencia porque desde pequeña tuvo que luchar con uno de los peores traumas, el desamor de su madre, y amparada en otras figuras como su padre y su abuela consiguió vivir con eso, mal, pero vivir hasta que pudo asumirlo y aceptar el porqué de ese desamor.
¿Nos rodean muchos perfiles como el de “Marcos” ó “Javier”? ¿Cómo se pueden detectar estos personajes tan hábiles y expertos en la mentira?
Hay muchos y muchas. El que en la novela sea Marcos no implica que no haya mujeres que usan con frecuencia este tipo de maltrato psicológico. Están a nuestro lado, esperando hacerse con nuestro punto débil para quebrarnos amparados en que nos quieren. No podemos olvidar que quien nos quiere bien no nos hace sufrir y, sin embargo, eso es algo muy extendido, parece que el amor es sufrimiento y no es así. Convendría proclamar esto porque en nuestra juventud, actualmente, se está volviendo a esa consigna y estamos asistiendo a maltrato psicológico por parte del novio o novia, cuando aún no están maduros para hacer frente a eso. Estar atentos a todo lo que suponga acoso, posesión, sumisión… en aras de un amor infinito y salir huyendo, si es el caso, es mi consejo. Y en otros extremos, estar atentos a las personas tóxicas que van contaminando todo y a todos, escapar de los lobos disfrazados de cordero.
“El poder de la sombra” es un libro difícil de leer por todo lo que remueve interiormente; la historia de Rosa es tremenda…,¿cual fue la intención de escribir esta historia ?
La intención era denunciar un hecho que sigue siendo muy frecuente y proclamar que el Mal, a veces, puede venir de una persona enferma, pero no por ello deja de ser mal, aunque sus consideraciones penales puedan ser diferentes. También denunciar que aunque ocultemos el trauma por un abuso sexual en la infancia en lo más recóndito de nuestro cerebro, tarde o temprano, tal como vemos en la consulta, sale a la superficie. Y por último, que tenemos que observar a nuestros niños, estar atentos a los cambios que pueden esconder algún tipo de maltrato.
Decía Platón que las enfermedades del alma son la ignorancia y la locura, y que la segunda es consecuencia de la primera. ¿en nuestra sociedad abunda más la locura o la ignorancia?
Los trastornos mentales siguen manteniendo los mismos niveles de prevalencia a pesar del paso de los años, pero a tenor de lo que podemos ver a diario en la televisión y demás medios de comunicación, diría que la ignorancia es cada vez más abundante.
¿Cree usted que a través de las redes sociales, se está multiplicando entre los adolescentes, actitudes potencialmente abusadoras y de maltrato de todo tipo?
No es que lo crea, es una certeza. Se atreven a hacer cosas que cara a cara no harían; de hecho la mayoría del bullyng o acoso escolar se lleva a cabo por wassap o el famoso sexting (envío por el remitente de fotos/ videos eróticos o pornográficos de otra persona sin su consentimiento a través de los móviles).
¿Que podemos hacer para mejorar nuestro entorno, y contribuir a la disminución de ese Mal repartido en tantas formas de maltrato?
Creo que lo primero es conocer el problema, no cerrar los ojos porque a mí no me sucede y, luego, divulgar que existe a todos los niveles y edades. Educar es fundamental, educar en valores fundamentados en el respeto al prójimo y la tolerancia y es clave que exista una coordinación entre la educación familiar y la escolar. También enseñar el buen uso de las redes y dispositivos móviles que serán el futuro y, por supuesto, si nos ocurre algo, no aislarnos, contarlo a aquellos que nos quieren porque son los que nos van a ayudar a salir de esa situación. Si lo callamos estamos favoreciendo que continúe.
¿Siempre podemos elegir el Bien?…
No es una pregunta fácil. Es algo que se sigue debatiendo en distintos ámbitos como la filosofía o la psicología, así que no voy a ser tajante y te diré que yo creo que la mayoría de las personas somos lo suficientemente libres para escoger esa opción. En esos otros… tendríamos que considerar caso a caso. Uno de esos casos sería, por ejemplo, el enfermo mental grave con alucinaciones y delirios en los que su mente no es libre para decidir.
Escrito por Gloria López, José Morales y Pilar Lorente
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